EFT y autoestima

Este es un relato ficción que refleja con humor lo que nos ocurre a muchos un mes antes de las vacaciones:

Queda un mes para la operación bikini y ¿ahora qué hago? Llevo todo el año sin hacer ejercicio, tengo agujetas solo de mirar a la gente corriendo… vamos, que por no moverme voy a buscar el pan en coche y me quejo cuando mis compañeros deciden tomar café en el bar de la esquina y no en el que está justo debajo de la oficina. Mientras pienso esto, escondo los restos de la tableta de chocolate y de palomitas que me he merendado para que mi pareja no lo vea.

Enciendo la televisión, ¡qué guapa está Rosa Lopera, tan delgada! y lo bien que se ha quedado Gisela Punchen después de tres embarazos. Oye, qué bien le sienta el vestido a la Princesa de Kumkirstán, después de haber adelgazado 10 kilos…. Nooooo.

Cada vez más ofuscada, me siento a ojear la revista de la semana: Este verano los diseñadores proponen los pantalones pitillo ajustados, camisetas entalladas de escote generoso y que marcan las formas, la moda masculina… se llevan las mujeres sin curvas… CONSPIRACIÓN.

Me voy al armario: Esto no me cierra, esto otro no me vale, se me salen las morcillas…arggg, ¡socorro, estoy hecha una vaca!…¿Y ahora qué hago: me como medio litro de helado de chocolate, me harto a llorar, corro cinco minutos en la bici estática hasta echar la primera papilla o me hago una liposucción cerebral!?

Esta exageración, que parece un extracto de la versión hispana del “Diario de Bridget Jones”, en realidad ocurre en muchos lugares y de forma simultánea.

No vamos a leerte la cartilla, para eso ya está tu médico, tu madre, y tu amiga la envidiosa… pero sí te vamos a presentar a la nueva incorporación del equipo Lo Que Hay que Hacer para que este año el bikini te quede mejor:

Alimentación Sana, Ejercicio Moderado y LiberaciónEmocional

Lo primero, tranquilidad. Vamos a relajarnos y a ver las cosas más objetivamente. Mírate otra vez al espejo ¿De verdad has engordado tanto? ¿De verdad la ropa te sienta tan mal? ¿De verdad no tienes un pelo bonito o unos ojos llamativos, o unas piernas largas, o un torso fuerte, o una mirada fascinante o más pelo en la cabeza que tu vecino?

Lo cierto es que la publicidad nos bombardea a diario con los criterios de belleza que estén en boga en la época, y… ¡Ay de ti si no perteneces a ese grupo! Pero lo cierto y verdad es que no existe un canon de belleza universal; a lo largo de la Historia y de los tiempos las medidas del ser humano han ido cambiando. No hay patrones de hermosura que perduren en el tiempo, dependen de la cultura, la moda, la sociedad… aunque sí hay patrones de salud que son mucho más fiables.

En el siglo XXI Las Tres Gracias de Rubens serían mujeres obesas, fofas y celulíticas Para Rubens, Pamela Anderson, Calixta Flockhart o Keira Knightley serían tres mujeres al borde la muerte por inanición, tísicas y de medidas desproporcionadas.

Nuestra autoimagen es la carta de presentación de nuestra persona ante la sociedad. Pero no es sólo algo físico, es el conjunto de lo que sentimos, pensamos, queremos, esperamos… y todo eso lo proyectamos hacia a fuera. Sí, así es. Si te sientes feo, podrás ser el hombre más atractivo del mundo, que te verán poco agraciado. Si te sientes inseguro, nadie confiará en ti. Si te sientes desgraciado, te verán como una víctima. Si te sientes inútil, te verán como una persona poco valiosa.

El caso es que nosotros somos nuestros propios jueces, los más duros y más insensibles.

No siempre podemos transformar a nuestro antojo la imagen, ni EFT con todo su poder puede conseguir que pases de medir 1,60 a 1,80, pero sí podemos cambiar nuestra autoimagen para así cambiar nuestro mundo.

Cuando partes de la base de no encontrarte a gusto en tu cuerpo tu lucha contra los kilos de más, el párpado caído o la flacidez deben dejar paso poco a poco a un propósito de aceptación tal y como eres, con tus imperfecciones, con tus múltiples cualidades aunque a veces no las veas, o no todos las aprecien. ¡Cuidado! Que no estoy hablando de resignación o de no hacer nada, más bien al contrario, el aceptar lo que hay como punto de partida para cambiar lo que no te gusta.

Y créeme, aprender a aceptarte luego se convertirá en quererte y esa es la mejor inversión que puedes hacer en tu imagen (y la más barata).

Gary Craig, el creador de EFT, da en el clavo cuando dice que siendo muy generoso menos del 5 por ciento de la población tiene el cuerpo perfecto, inteligencia y buena posición económica. El resto, por tanto somos, los “no elegidos”…pero somos más y tenemos a nuestro alcance EFT. Tras un problema de autoimagen subyace un problema emocional que siempre puede ser tratado.

No podemos prometerte que si haces EFT tendrás unas medidas de 90-60-90 en quince días, o unos bíceps de infarto, ni que te crecerá el pelo haciendo tapping pero sí podemos confirmarte que haciendo estos ejercicios que te proponemos a continuación, aprenderás a quererte mucho más.

…Y… cuando uno se quiere mucho, es condescendiente con sus errores porque no son más que un sistema de aprendizaje, sabe vender bien lo que tiene de bueno y disimular aquello que todavía no le gusta. En definitiva, está preparado para conseguir lo que se proponga.

Cuanto más te quieras más fácil será alimentarte mejor, hacer ejercicio, practicar tu rutina de tapping y además divertirte en el proceso.


Ejemplo de ejercicio de tapping para aceptarte y quererte
Preparación en el punto de Kárate:
«Aunque tengo muchos defectos, me acepto completa y profundamente»
«A pesar de que siento que tengo que ser perfect@, elijo aceptarme con todos mis defectos”
«A pesar de que me importa mucho lo que piensan los demás de mí, me quiero y me acepto tal y como soy”
SECUENCIAS (ronda corta):
Ceja: Tengo que ser perfect@.
Lado de ojo: No quiero que vean mis imperfecciones.
Bajo el ojo: Si no soy perfect@, me critican.
Bajo la nariz: Me siento incómod@ por mis imperfecciones.
Mentón: Quiero hacerlo todo bien.
Clavícula: Lo que hago tiene que ser perfecto.
Debajo del brazo: No quiero que me critiquen.
Coronilla: Quiero ser perfect@.
Respira profundamente.
 
Ceja: ¿Quién es perfecto?
Lado de ojo: Nadie es perfecto.
Bajo el ojo: Puede que escondan sus imperfecciones bien.
Bajo la nariz: Siento que no soy lo suficientemente bueno.
Mentón: Tengo miedo a cometer errores.
Clavícula: No puedo permitírmelo.
Debajo del brazo: Siempre hay gente mejor que yo.
Coronilla: No soy perfect@.
Respira profundamente.
 
Ceja: A lo mejor no tengo que ser perfect@.
Lado de ojo: ¿Por qué tengo miedo a cometer errores?
Bajo el ojo: Aprendemos de los errores.
Bajo la nariz: Aprender es bueno.
Mentón: Los errores nos brindan oportunidad para avanzar.
Clavícula: No importa si no soy perfect@.
Debajo del brazo: Puedo aceptarme con mis imperfecciones.
Coronilla: Puedo aprender a apreciarme.
Respira profundamente .
 
Ceja: Elijo soltar el deseo a ser perfect@.
Lado de ojo: Elijo soltar el miedo a cometer errores.
Bajo el ojo: Elijo soltar la autocritica.
Bajo la nariz: Decido soltar la necesidad de criticarme.
Mentón: Acepto poder quererme incondicionalmente.
Clavícula: Acepto que los demás puedan quererme.
Debajo del brazo: Mi imperfección es perfecta.
Coronilla: Me quiero y me acepto completa y profundamente.
Respira profundamente

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